El valor de la licencia social para operar en un nuevo entorno de permanente crisis

El valor de la licencia social para operar en un nuevo entorno de permanente crisis 

Por: Margorieth Tejeira, Directora Senior de Asuntos Corporativos de LLYC

En un país donde el crecimiento económico coexiste con una profunda desigualdad social, ya no basta con que las empresas ejecuten estrategias orientadas únicamente a resultados financieros. Hoy, más que nunca, la legitimidad de las organizaciones depende de su capacidad para entender, interpretar y responder a las expectativas de una ciudadanía cada vez más crítica, informada y vocal. Precisamente, cerrar ese gap que se crea entre las expectativas de las audiencias claves y lo que es y hace la empresa. En este punto es donde empieza a protegerse la licencia social de las compañías.

Una licencia más volátil, que no depende solo de cumplir con la licencia legal de operación, sino que está relacionada a la percepción y conexión con dichas audiencias. La clave está en cómo escuchamos, procesamos esa información, identificamos los principales insights y con ello respondemos a los temas prioritarios y más alineados a los planes del negocio.

En LLYC hicimos el ejercicio de escuchar la conversación espontánea de los panameños en temas de interés nacional, a través del informe “Radar Panamá 2025”, analizando más de 730 mil menciones públicas en redes, medios y blogs, procesadas con herramientas de Big Data e inteligencia artificial. Esto significa que no es una encuesta de percepción, solo el procesamiento de lo que por un año se comentó en espacios digitales sobre temas como las reformas a la Caja de Seguro Social, la minería, las relaciones con Estados Unidos, entre otros temas de debate nacional.

Margorieth Tejeira, Directora Senior de Asuntos Corporativos de LLYC

Detectamos algunas conversaciones en franca polarización, otras están en crecimiento en volumen y alcance, vimos cómo se comportan las comunidades digitales y el sentimiento de la conversación sobre los temas analizados. Por ejemplo, en el caso de la minería, el 71% de la conversación mantiene un sentimiento negativo, y sobre las nuevas relaciones de Panamá con Estados Unidos, el 64% de las comunidades las une el sentimiento nacionalista.

Este tipo de fotografías se convierten en insumos indispensables en el desarrollo de las estrategia de comunicación y gestión de la reputación para navegar en un contexto en permanente crisis, donde un problema no empieza cuando estalla, sino cuando una conversación digital comienza. Por eso, escuchar y procesar esta información ya no es opcional: es un deber empresarial.

En tiempos de polarización y demanda de rendición de cuentas, las compañías que comprendan el valor estratégico de estas herramientas tienen la capacidad de anticiparse y gestionar de manera proactiva sus issues reputacionales.

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *