El costo oculto de las enfermedades metabólicas: hígado y visión bajo amenaza

El costo oculto de las enfermedades metabólicas: hígado y visión bajo amenaza

  • Especialistas advierten sobre el riesgo creciente de hepatocarcinoma y ceguera asociados a diabetes y síndrome metabólico

Las enfermedades metabólicas alteran cómo el cuerpo procesa y obtiene energía[1], generando desequilibrios que afectan silenciosamente a múltiples órganos. El desafío trasciende el simple control de la glucosa: estas patologías desencadenan un efecto dominó en el organismo, afectando especialmente al hígado y la visión, dos áreas críticas que requieren atención prioritaria en el sistema de salud.

Diabetes: más que una enfermedad del azúcar

La diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico generan daños progresivos en órganos vitales como el corazón, riñones, ojos e hígado[2], frecuentemente sin manifestar síntomas en fases tempranas.

“Hemos dejado atrás la visión simplista de la diabetes como un problema exclusivo de glucosa o niveles de azúcar en sangre elevados. Hoy comprendemos que estamos ante un trastorno que compromete silenciosamente la función de múltiples órganos, y nuestra responsabilidad es identificar ese deterioro antes de que las consecuencias sean irreversibles.”, afirma el Dr. Arturo Rebollón, Gerente Médico de Roche en Panamá.

La visión en jaque: retinopatía y edema macular

La diabetes representa la principal causa de pérdida de visión en adultos laboralmente activos[3]. El 34,6% de los adultos con diabetes presentarán retinopatía diabética, y el 7,48% desarrollarán edema macular diabético. Estos datos evidencian que las complicaciones visuales no son casos aislados, sino una consecuencia frecuente del descontrol metabólico.

El edema macular diabético (EMD) surge cuando los vasos sanguíneos retinianos se deterioran y permiten la fuga de líquido hacia la mácula, la estructura ocular responsable de la visión detallada[4]. Más de 21 millones[5] de personas conviven actualmente con esta condición a nivel global, una cifra en constante ascenso paralela al incremento de casos de diabetes.

El hígado: víctima invisible del descontrol metabólico

“Existe una conexión metabólica innegable entre lo que vemos en el ojo y lo que ocurre en el hígado. Ambos órganos funcionan como indicadores sensibles del equilibrio energético del cuerpo: cuando este se rompe, el ojo se afecta y perdemos la visión mientras que el hígado se inflama pasando desde un hígado graso hasta convertirse en cáncer”, explica el Dr. Rebollón

El hígado graso asociado a disfunción metabólica puede evolucionar hacia esteatohepatitis, cirrosis y hepatocarcinoma (HCC), la variante más frecuente de cáncer hepático[6]. Entre 5 a 10% de las personas con diabetes desarrollan cirrosis, y una vez en esta etapa, el riesgo de hepatocarcinoma aumenta de 1 a 2% anualmente. Esto significa que aproximadamente 1 de cada 1,000 pacientes con diabetes llegará a desarrollar HCC[7].

El hepatocarcinoma constituye aproximadamente el 90%[8] de todos los cánceres hepáticos, y las proyecciones indican que la mortalidad por esta enfermedad se incrementará más de un 50% hacia 2040[9].

Dimensión global del problema metabólico

Según la Federación Internacional de Diabetes (IDF), una de cada nueve personas adultas padece diabetes, y más del 40% desconoce su condición[10]. La detección tardía y el manejo inadecuado intensifican las complicaciones, incluyendo enfermedad cardiovascular, falla renal, daño neurológico y cáncer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la coexistencia de diabetes, obesidad, hipertensión arterial y dislipidemia genera un círculo vicioso que amplifica exponencialmente el riesgo de daño hepático, visual y cardiovascular[11].

 

Hacia un enfoque preventivo e integral

Las enfermedades metabólicas son prevenibles y manejables, pero demandan una aproximación integral que fusione educación sanitaria, diagnóstico oportuno y atención multidisciplinaria.

“El desafío de las enfermedades metabólicas va más allá de los hospitales y clínicas, tiene un impacto educativo y social. Requerimos fortalecer la prevención desde edades tempranas, facilitar el diagnóstico temprano para brindar un tratamiento personalizado y garantizar acceso equitativo a la atención en todos los estratos del sistema de salud”, subraya el Dr. Rebollón.

La clave está en el autocuidado activo: una nutrición balanceada, ejercicio regular y evaluaciones médicas periódicas pueden determinar la diferencia entre controlar una condición crónica o enfrentar sus complicaciones devastadoras.

Desatender las señales del metabolismo alterado significa permitir que el hepatocarcinoma o el edema macular diabético progresen inadvertidamente hasta comprometer seriamente la salud.

 


Acerca de Roche

Fundada en 1896 en Basilea, Suiza, como uno de los primeros fabricantes industriales de medicamentos originales, Roche se ha convertido en la empresa de biotecnología más grande del mundo y líder mundial en diagnóstico in vitro. La empresa persigue la excelencia científica para descubrir y desarrollar medicamentos y diagnósticos para mejorar y salvar la vida de personas en todo el mundo. Somos pioneros en medicina personalizada y queremos transformar aún más la forma en que se brinda la atención médica para tener un impacto aún mayor. Para ofrecer la mejor asistencia a cada persona, nos asociamos con muchas otras entidades y combinamos nuestras fortalezas en Diagnóstico y Farmacia con conocimientos de datos de la práctica clínica.

En reconocimiento a nuestro esfuerzo por buscar una perspectiva a largo plazo en todo lo que hacemos, Roche ha sido nombrada, por decimotercer año consecutivo, una de las empresas más sostenibles de la industria farmacéutica por los índices de sostenibilidad Dow Jones. Esta distinción también refleja nuestros esfuerzos para mejorar el acceso a la atención médica junto con socios locales en todos los países en los que trabajamos.

Genentech, en Estados Unidos, es miembro de propiedad absoluta del Grupo Roche. Además, Roche es el accionista mayoritario de Chugai Pharmaceutical, Japón.

Para obtener más información, visite www.roche.com

[1] WHO: https://www.who.int/health-topics/diabetes#tab=tab_1 Accesado 11/Noviembre/2025

[2] Mayo Clinic: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/type-2-diabetes/symptoms-causes/syc-20351193. Accesado 11/Noviembre/2025

[3] CDC: https://www.cdc.gov/diabetes/es/diabetes-complications/la-diabetes-y-la-perdida-de-la-vision.html Accesado 24/Noviembre/2025

[4] López-Gálvez, R., et al. (2008). Edema macular diabético clínicamente significativo: factores sistémicos de riesgo. Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología, 83(3), 173-176. [URL: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-66912008000300008]

[5]  Yau JWY, et al. Diabetes Care. 2012;35:556–64; 4. Guariguata L, et al. Diabetes Res Clin Pract. 2014;103:137–49; 5. Lauer AK, Dhoot D. Expert Rev Ophthalmol. 2009;4:215–8

[6] Sharma A, Nagalli S. StatPearls NIH, 2024 – https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK554597/. Accesado 11/Noviembre/2025

[7] Buchanan RM et al. BMJ Open 2025.

[8] Llovet JM et al. Nat Rev Dis Primers 2016

[9] Rumgay H, et al. J Hepatol 2022;77:1598–1606.

[10] IDF: https://idf.org/es/about-diabetes/diabetes-facts-figures. Accesado 11/Noviembre/2025

[11] WHO: https://www.who.int/health-topics/diabetes#tab=tab_1. Accesado 11/Noviembre/2025

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